sábado, 9 de marzo de 2013

Preparación al parto




Desde los años 80, numerosas investigaciones demostraron en el feto, la existencia de una vida psíquica y sensorial muy intensa. Estos datos no han hecho más que confirmar las posiciones de Tomatis relativas a la vida intrauterina, emitidas 30 años antes.

En efecto, desde los años 50, Tomatis había afirmado que la voz materna era percibida por el feto, y que esta última constituía para él una especie de esencia sonora afectiva primordial y capital para su evolución, tanto física como psíquica. Además, para Tomatis, esta voz le permitía al feto, grabar en su memoria las estructuras de base de su lengua materna, es decir sus ritmos y sus contornos entonativos.
Está claramente establecido que la madre, durante la espera de su niño, va a transmitirle toda una variedad de sus estados afectivos y emocionales, tanto positivos como negativos. 
Es la razón por la cual durante este período excepcional, es muy importante que, en el plano de la comunicación, la futura madre esté en las mejores condiciones de descanso y serenidad.

Las sesiones con el oído electrónico, van a permitirle deshacerse de la angustia y del estrés que pueden invadirla, ya sea por causa de circunstancias externas difíciles que debe vivir, o por el temor al dolor asociado al parto.
No obstante, en todos los casos, es muy importante que la mujer embarazada, pueda relajarse y eliminar su angustia y su estrés, no sólo para ella, sino también, para su niño. En efecto, cuanto más una mujer sea propensa a la ansiedad y a la tensión, más dolor sentirá físicamente, transmitiéndole al mismo tiempo a su niño, estos estados emocionales negativos. 
Además del hecho de luchar contra la ansiedad y prevenirse contra el dolor, las sesiones por lo tanto, van a proveer tanto relajación como dinamización. Pero van a permitir igualmente, liberar la respiración y combatir las malas posturas del cuerpo, ayudando a la futura madre a adoptar la postura más adecuada dependiendo de su conformación física. Tendrán también una acción benéfica en la regulación del sueño, así como una acción preventiva importante, en la disminución de energía, que aparece frecuentemente, después del parto.
Y finalmente, contribuirán a la evolución de las capacidades de comunicación del niño, capacidades cuyos orígenes, según Tomatis, se encuentran en esta primera relación sónica establecida en el feto, durante su vida intrauterina, con la voz materna.







Efecto Tomatis: El oido electronico por raulespert

viernes, 8 de marzo de 2013

Trastornos de la atención




La atención es la capacidad de seleccionar y mantener en la conciencia un acontecimiento exterior o un pensamiento. Corresponde a un estado general de alerta y de vigilancia que permite al sistema nervioso ser receptivo a cualquier tipo de información que llegue. Los trastornos afectan a niños o adultos que no pueden mantenerse concentrados durante periodos suficientemente largos en una tarea que hay que llevar a cabo, incluso si esta exige poco esfuerzo intelectual y tiene un carácter rutinario o familiar (por ejemplo, revisar o copiar). Una modalidad particular de la atención es la capacidad de poder compartir su atención entre varias fuentes de información o tareas a efectuar. Esta modalidad atencional, muy costosa a nivel cognitivo, constituye, cuando presenta insuficiencias, una fuente de dificultad o sufrimiento considerable para el niño en edad escolar.

Además de su acción general de estimulación cerebral (se habla de “estimulación cortical”), el Método Tomatis puede tener una acción muy positiva en la atención selectiva. En efecto, el procedimiento Tomatis se basa en una báscula electrónica que provoca un contraste sonoro destinado a sorprender constantemente el cerebro para mantenerlo en alerta. El objetivo es ayudarlo a desarrollar mecanismos automáticos de detección del cambio, lo que tiene como consecuencia el refuerzo de la atención selectiva.

http://www.tomatis.com/es/el-metodo-tomatis/ambitos-de-aplicacion/trastornos-de-la-atencion.html





Desarrollo personal y bienestar




Si bien somos conscientes de la importancia de movernos para conservarnos en buena forma física, no lo somos siempre tanto de que tenemos también que mantener nuestro cerebro en forma. Es estimulándolo mediante el envío de mensajes sensoriales que el cerebro nos infunde dinamismo y nos relaja. Como el oído es el canal de paso de los mensajes sensoriales del cuerpo humano, comprendemos fácilmente su papel.
Esta estimulación puede ser insuficiente cuando el cerebro activa un mecanismo de protección. Este mecanismo puede ocurrir tras un acontecimiento puntual traumatizante llamado choque emocional. El cerebro tiene asimismo tendencia a protegerse progresivamente cuando el medio ambiente externo lo agrede. Puede ser el caso de personas que se enfrentan a una reorganización del ritmo de vida, a un incremento de responsabilidades, a la pérdida de puntos de referencia, a la presión social.

El oído humano desempeña una función de "carga cortical". Tiene por lo tanto necesidad de ser estimulada para dar energía al cerebro y el cuerpo. El sonido es necesario para nuestra realización personal. Cuanto más rico es en armónicos elevados, más su efecto es eficaz. Así es, los sonidos ricos en armónicos elevados estimulan una vasta red nerviosa, llamada "formación reticulada" que controla el nivel de actividad global de la actividad cerebral. La acción estimulante del Método TOMATIS se ve reforzada con un efecto relajante a nivel corporal, lo que va a comportar una acción positiva en la regulación de la ansiedad y el estrés.





Trastornos afectivos y emocionales



Si bien nos damos cuenta de la importancia de movernos para mantener el cuerpo, no siempre nos damos cuenta de la importancia que representa también ocuparse de nuestro cerebro. Cuando lo estimulamos enviándole mensajes sensoriales, nos dinamiza y nos relaja. Como el oído es el canal de paso más importante de los mensajes sensoriales del cuerpo humano, comprendemos sin dificultad su papel. Esta estimulación puede ser deficiente cuando el cerebro desencadena un mecanismo de inhibición o protección. Este mecanismo  puede producirse tras un acontecimiento puntual traumatizante llamado choque emocional. El cerebro tiende también a protegerse progresivamente cuando el entorno lo agrede. Puede ser el caso de personas enfrentadas a una reorganización del ritmo de vida, el aumento de responsabilidades, a la pérdida de referencias, la presión social…

El Método Tomatis actúa sobre el sistema límbico (parte media del cerebro) al que el sistema auditivo está conectado. Esta parte es, entre otras cosas, responsable de los mecanismos de la emoción, la memoria y el aprendizaje. Por otra parte, el órgano del oído medio llamado cóclea tiene el papel de carga cortical. Así, por su acción sobre el sistema límbico y el córtex prefrontal, el Método Tomatis va a intervenir en la regulación de los trastornos de la emoción en relación con la depresión y la ansiedad. Va a tener además una acción eficaz en la regulación del estrés.


UNA PEDAGOGÍA DE LA ESCUCHA - AUDIOTERAPIA




Es posible oír bien y escuchar mal

El mensaje sonoro se oye correctamente pero se analiza mal la información en relación con la parte emocional. El cerebro se protege erigiendo barreras que pueden favorecer así el desarrollo de numerosos trastornos. 
Se dice que "la escucha está alterada".

El Método TOMATIS estimula su cerebro

Lleva a cabo sesiones de escucha repetidas utilizando aparatos especialmente diseñados para estimular el cerebro y ayudarlo progresivamente a analizar mejor el mensaje sensorial. 
Se dice que "el oído se pone a la escucha".

Una buena escucha le puede cambiar la vida

Su oído no sirve únicamente para escuchar. Estimula su cerebro y determina su equilibrio. Una buena escucha es por lo tanto primordial para favorecer el desarrollo personal.



jueves, 7 de marzo de 2013

Trastornos psicomotores





Se trata de dificultades relativas a un retraso en la ejecución de gestos que no necesitan ser aprendidos culturalmente por una educación explícita, contrariamente a aquellos relativos a la dispraxia (como por ejemplo comer con cubiertos), y que generalmente llegan naturalmente con el tiempo (por ejemplo: andar, correr, saltar, marcar el ritmo con el pie o los dedos).
Estos trastornos implican pues la realización de gestos que tienen un carácter global a nivel corporal. Por ejemplo, los niños que presentan tales dificultades no conseguirán coordinar los brazos ni las piernas cuando nadan, correrán de cualquier manera, les costará mantenerse en equilibrio sobre un pie o bajar escaleras. Los trastornos de adquisición de las coordinaciones se asocian regularmente, aunque sea en distinto grado, a una dislexia.

El oído no es solo un órgano sensorial que capta los sonidos. Tiene igualmente una función motriz gracias a un órgano interno llamado vestíbulo. El papel del vestíbulo es dirigir los mecanismos del equilibrio. Debido a su acción directa sobre el vestíbulo, el Método Tomatis actúa directamente sobre la regulación del tono muscular y por lo tanto de la verticalidad, pero también sobre los trastornos de la lateralidad. Por otro lado, en asociación con varias otras partes del cerebro, el sistema vestibular desempeña un importante papel sobre los mecanismos de la coordinación y el ritmo. Por consiguiente, el Método Tomatis puede revelarse eficaz en los trastornos del ritmo y la coordinación
Por último, en asociación con el córtex cerebral, el vestíbulo está muy involucrado en la capacidad de navegación espacial y la formación del esquema corporal. Por eso el campo de acción del Método Tomatis abarca también los trastornos de la espacialización y del esquema corporal.




Trastornos del aprendizaje y el lenguaje




Hay un conjunto de trastornos que se agrupan generalmente bajo el término de trastornos específicos de los aprendizajes. Un número considerable de niños (entre 4 y 6 %) sufren tales trastornos. No pueden explicarse ni por una falta de inteligencia, ni por un medio ambiente socioeconómico desfavorecido ni tampoco por un gran problema psicoafectivo. 
Estos trastornos tienen un origen neurobiológico y corresponden al hecho que ciertas zonas del cerebro no se han desarrollado correctamente durante el periodo prenatal.
Estos trastornos corresponden a la dislexia cuando se trata de la lectura, a la disortografía para las correspondencias entre letras y sonidos, o bien a la dispraxia cuando están relacionados con la planificación y la coordinación de los gestos aprendidos. Corresponden igualmente a la disfasia para el lenguaje oral y la discalculia para las capacidades matemáticas.

El Método Tomatis, como juega con la plasticidad de los circuitos nerviosos implicados en el desciframiento y el análisis de los sonidos, pero también con los de la motricidad, el equilibrio y la coordinación, puede ayudar los niños a desarrollar estrategias de compensación frente a los trastornos del aprendizaje y el lenguaje. Así, si no permite erradicarlas, el Método induce sin embargo al individuo a gestionarlos y superarlos eficazmente.



martes, 5 de marzo de 2013

Mejora de la voz y la musicalidad




Un de los ámbitos históricos del Método Tomatis está en relación con la mejora de la musicalidad y la voz hablada o cantada. Así es, gracias a una acción directa sobre el mecanismo cerebral que liga percepción y acción, el principio fundamental del Método Tomatis es que toda modificación de los mecanismos relacionados con la recepción y el análisis de un mensaje sonoro tendrá consecuencias sobre el modo de reproducir este mensaje, ya sea de manera hablada, cantada o mediante un instrumento musical. 
Por otra parte, una emisión vocal de calidad no exige solamente una buena escucha del mensaje sonoro que viene del exterior, sino también y sobre todo una buena autoescucha, es decir la capacidad de utilizar la propia voz como la fuente sonora a analizar y controlar con exactitud, en intensidad y calidad. Esta autoescucha puede llevarse a cabo siempre y cuando la vibración sonora percibida sea correctamente regulada por conducción ósea, que es la vía de transmisión del sonido, por todos los huesos del cuerpo y en particular por el cráneo.



domingo, 3 de marzo de 2013

Trastornos de la comunicación



Cualquier distorsión de la escucha demasiado arraigada conlleva la pérdida de incluso el deseo de escuchar, lo que a su vez va a generar una disminución del deseo de comunicar, ya sea por resignación ya sea por falta de confianza consecuencia de las dificultades encontradas para poder hacerlo eficazmente.
No hay que olvidar que tener una buena escucha no implica necesariamente tener una buena audición. La escucha se caracteriza a la vez por una real intención de comunicar así como por una calidad de percepción e interpretación del mensaje sonoro recibido. La escucha se evalúa pues por la calidad de aprovechamiento de nuestra audición y no por su nivel de sensibilidad.
Aunque la expresión "problemas de comunicación" posee indudablemente un carácter muy general y que las dificultades de comunicación pueden tener causas muy diversas y variadas, eso no impide que una proporción considerable de estas últimas encuentra su origen en distorsiones probadas de la función de la escucha. Las dificultades de comunicación pueden adoptar formas muy diferentes. Por ejemplo, pueden manifestarse por una incapacidad en aceptar recibir los sonidos que nos rodean sin que ello represente para nosotros una agresión: el claxon de un coche, una puerta que se cierra, el ambiente sonoro elevado en un restaurante, pero también ciertas voces, como la de un compañero de trabajo, un pariente, un amigo... Para ciertos, será imposible utilizar su voz como una verdadera herramienta de comunicación, por falta de dominio de sus diferentes componentes prosódicos: entonaciones, inflexiones, ritmo, intensidad. El interlocutor que recibe la voz la percibirá entonces como agresiva, fría, o desprovista de cualquier poder de expresión.

Es precisamente trabajando sobre la recepción y la emisión del sonido que el Método TOMATIS actúa eficazmente en la comunicación.